Cuántas veces reflexionamos sobre lo débiles que nos sentimos, los hábitos que nos gustaría cambiar o las molestias que nos incomodan, bien porque el médico nos ha vaticinado algún peligro para nuestra salud o bien porque nos vemos empujados por un ideal de autosuperación.

Sin embargo, en ocasiones no se tiene el foco ni la disciplina necesarios para cambiar fácilmente nuestras rutinas, bien sean de comportamiento, de alimentación, de ejercicio, estrés, etc. que suelen derivar en una salud debilitada.

ES FRECUENTE QUE SE SEPA LO QUE SE DEBERÍA CAMBIAR PERO NO SIEMPRE ES FÁCIL LLEVARLO A CABO. Afortunadamente tampoco aquí todo está perdido. Hay datos científicos que demuestran que llevar a cabo los cambios de hábitos necesarios beneficia la salud y que ¡CON LA AYUDA ADECUADA SE PUEDE CONSEGUIR!

Es aquí donde el coach de salud puede proporcionar la estructura, los recursos y el apoyo necesarios para diseñar la “base del bienestar”,  integrando paso a paso hábitos saludables para cada situación individual. Tanto en personas aparentemente sanas, como en personas con enfermedades crónicas que evolucionarían mejor y tendrían mayor calidad en sus vidas.

Hay estudios de intervención en los estilos de vida que observaron si los pacientes con patologías cardíacas podrían realizar los cambios de vida necesarios para evitar futuros ataques al corazón. El estudio demostró que el refuerzo positivo de un coach aumentaba la capacidad de la persona para poder hacer esos cambios drásticos, necesarios en su estilo de vida y prevenir riesgos futuros (Pische, Scherwitz, Weidner & Ornish 2008).

Se realizó un estudio similar en pacientes con diabetes tipo 2. El programa evaluó la intervención con modificaciones en el estilo de vida y analizó los beneficios de salud asociados al cambio, demostrando que los individuos que habían contado con apoyo personal a través del coaching, tuvieron una mejora significativa en el control de su diabetes (Kim, Lee, Kang, Lee, Ahn, Cha, Yoo & Lee 2006).

Un coach de salud infunde esperanza, cree en ti y confía en que quieras ayudarte. Te acompaña para hacer mejores elecciones, avanzar en pasos predefinidos y crear el nuevo hábito. La persona aprende a ser constante sintiendo mayor confianza en el dominio de su salud, animado por sus progresos.

Un coach de salud está en sintonía con los niveles de motivación de su cliente y trabaja orientado a sus objetivos.

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