10 claves para empezar a cuidar de tu salud

¿Has llegado a ese punto en el que ya no puedes seguir posponiendo la responsabilidad sobre tu salud? ¡Enhorabuena! Puede que te encuentres transitando algún dolor físico, una crisis emocional, afrontando un diagnóstico o encarando una rehabilitación. En cualquier caso, te invitamos a agradecerle a ese síntoma o suceso que te ha traído la necesidad de tomar las riendas de tu salud porque te está ofreciendo una llave: la conciencia sobre tus elecciones.

Elegir cambiar de hábitos es salir del bucle automático para dirigirte hacia la mejor versión de ti mismo. La salud como la entendemos aquí no es la ausencia de enfermedad, es un sinónimo de bienestar, una forma cualitativa en la que simplemente te sientes más feliz. Empezar a cuidarte, entonces, es empezar a decidir sobre tus acciones en un sentido más condescendiente con tus valores e ideales. Claro que primero habrá que conectarse con uno/a mismo/a para identificar aquello que deseamos, valoramos, anhelamos; registrar qué nos hace sentir bien, tanto física como emocionalmente, es parte del proceso. No existe una única definición de bienestar que funcione para todas las personas. La mejor versión de cada uno es personal y única.

Sabemos que la decisión de cambiar los hábitos no es fácil porque siempre implica algunas pérdidas y porque además, al comienzo, suele resultar abrumador. Pero también sabemos, por experiencia propia y por todos los casos que hemos visto en nuestras sesiones, que a lo largo de este proceso ganarás mucho más de lo que ahora te imaginas.

¿Por dónde empezar si en mi salud están implicados mi cuerpo físico, mis emociones, mi estado mental y mi espiritualidad?

Aquí te dejamos algunas recomendaciones prácticas para que puedas organizar tus prioridades e ir definiendo tus acciones.

  1. Lo primero que puedes hacer, si aún no lo has hecho, es realizarte un chequeo médico completo. Se recomienda hacerlo una vez al año y más frecuentemente si un profesional de la salud te lo sugiere.
  2. Auto-evalúate para comprender cuáles son tus prioridades. Una gran herramienta para esto es la Rueda de la Salud, que te invita a pensar acerca de cómo estás en los diferentes aspectos de tu vida. Puedes encontrar las pautas en este link.
  3. Disfruta del proceso y entrena la paciencia: recuerda que la salud no es un punto de llegada sino un modo de vida. No se trata de lograr un objetivo a cualquier coste sino de ir cambiando tus hábitos a tu ritmo, con alegría y compasión contigo mismo/a.
  4. Genera una red de apoyo. Es importante que puedas compartir este proceso con otras personas, que aceptes recomendaciones y que puedas hacer preguntas. El cambio de hábitos despierta un torbellino emocional. Si en tu entorno actual no encuentras apoyo puedes introducirte en nuevos grupos con gustos afines (entrenamiento, deportes, cursos de cocina, etc) e incluso buscar apoyo profesional con un coach de salud.
  5. Ponte objetivos funcionales: específicos, medibles, orientados a la acción (de comportamiento), realistas y enmarcados en un plazo temporal. Por ejemplo: “perder 2 kilos en 4 semanas” es mejor que “ponerme en forma”; “realizar 10 respiraciones conscientes antes de entrar a mi casa” es mejor que “llegar a casa más tranquilo/a”.
  6. Planifica con anticipación. Anticiparse es la clave para sortear obstáculos. Organizar cómo repartirás las horas entre obligaciones y el tiempo que destinas para ti, te ayudará a no descuidar ninguna. En el ejercicio irás descubriendo cuál es el grado de rigidez / flexibilidad que mejor se ajusta a tu estilo.  Además, si planificas – por ejemplo – tus compras para estar bien abastecido, nunca te faltará la materia prima para improvisar algo rico y sano. Siempre es bueno tener: variedad de verduras,  algunos cereales (preferiblemente quinoa, mijo, cebada o arroz integral) y legumbres (lentejas, garbanzos, judías) y al menos un tipo de condimento natural para sazonar a tu gusto. También es bueno cocinar de más para guardar una parte en el refrigerador.
  7. Busca referentes que te inspiren. ¡Instagram está repleto! Hay médicos que comparten información sobre hábitos saludables, hay coaches de salud, hay entrenadores físicos, hay personas que inspiran espiritualmente y comparten meditaciones guiadas, hay muchos aficionados a la cocina que proponen recetas sanas y deliciosas… Si no encuentras lo que buscas te puedes poner en contacto y compartiremos algunos perfiles que nos han inspirado a nosotras.
  8. Infórmate. Para autogestionar tu salud es fundamental que reconozcas cuáles son los parámetros de lo saludable. Muchas veces creemos que un hábito es saludable por desinformación o desconocimiento. Para ofrecerte la información clave hemos desarrollado este artículo, que te invitamos a leer (aquí).
  9. Destina un momento del día para entrar en contacto contigo mismo/a. Cierra los ojos, toma una respiración profunda y pregúntate… ¿Cómo estoy? ¿Cómo me siento? ¿Cómo fue mi día? ¿Qué hice diferente? ¿En qué momentos actué con conciencia y cuáles fueron en automático? Elige un momento en el que puedas estar en soledad. Recomiendo mucho que tengas un cuaderno a modo de bitácora para escribir el registro de tus sensaciones, emociones y  pensamientos.
  10. Negocia contigo misma/o, no seas demasiado rígido/a: la clave está en elegir conscientemente tus rutinas, qué excepciones te permitirás y qué gustos te darás. Sé compasivo, recuérdate que es un proceso con altos y bajos, no te castigues.

Y recuerda, ¡aquí estamos para apoyarte si sientes que es tu momento para encarar un cambio! 🙂

Marina Wein

Coach de Salud y Bienestar

Marketing Manager, Salutis Healthcare

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