Hoy compartimos en el blog este post de uno de los médicos participantes en la segunda edición del Curso Experto en Coaching de Salud. Nos ha encantado cómo ha transmitido su experiencia de comunicación desde la CNV y su metáfora con la llama. Como testimonio nos cuenta que desde que inició el curso se despertaron en él las ganas de contar algunas historias y escribirlas, lo cual no se animaba a hacer desde hacía mucho tiempo. Gracias al Módulo 3 sobre Empatía, escribió esta historia. ¡Gracias Pablo por compartirla!

La empatía es ser sensible con las personas; es una elección vulnerable, porque para poder conectarme contigo, tengo que conectarme con algo en mi mismo que reconozca ese sentimiento_ Brené Brown.

Nunca en mi vida imaginé la gran lección que me daría una llama. Inesperadamente me mostró la manera adecuada de solucionar un conflicto, basado en la comunicación no violenta, así como inspirarme a ser paciente y disfrutar cada momento de la vida.

Hace unos días, visité con unos amigos una finca de llamas y alpacas en un pequeño pueblo cerca de Múnich, Alemania. Al llegar, encontramos un grupo de animales que nos miraban con curiosidad y atención. La guía del tour nos invitó a entrar donde estaban sueltos. Me sentí ansioso y corrieron por mi mente todos los posibles accidentes que podrían suceder al “invadir” su territorio.

Mientras escuchábamos las precauciones básicas del trato y manejo, cada visitante debía elegir un animal, al que llevaría de paseo por las montañas. Pensé que quería una alpaca, ya que las llamas se veían enormes, de mal humor, serias y un poco intimidantes. Pero me decidí por Cheko, la llama más grande de la finca.

Desde el inicio del tour Cheko me mostró de forma respetuosa su empatía, me hizo sentir que comprendía la experiencia que yo estaba pasando, incluyendo mis sentimientos, necesidades y deseos. Mientras me escuchaba -sin ejercer juicio y sin prisa-, me dio la sensación que quería que me sintiera seguro y tranquilo. Noté entonces que me brindaba su escucha activa: sin interrupciones, prestándome atención plena, sin fingir que me escuchaba, mostrando interés, sin quitarle importancia a lo que le contaba; y mejor aún, sin darme consejos o soluciones que yo no le había pedido.

Tras varias horas caminando bajo el sol, me sentía cansado y ansioso, quería regresar a la finca, despedirme de Cheko y seguir impacientemente mi camino. De modo que lo persuadí, mostrándole una variedad de ramas y árboles deliciosos para que caminara más rápido, pero sin explicarle mis motivos, lo cual me resultó solo por unos minutos. El supo lo que ocurría y se negó rotundamente a moverse. Entonces me di cuenta, que no demostré una comunicación asertiva, porque no le dije lo que yo pensaba o sentía, en ese momento adecuado. Debí utilizar una forma correcta, con respeto mutuo y sin sentirme culpable.

Resolución del conflicto

Por más de 45 años, Marshall Rosenberg, un doctor en Psicología de Estados Unidos, ha trabajado en su modelo creado de “Comunicación No Violenta” (CNV), para empatía. Se trata de la intención de contribuir al bienestar propio y al de los demás compasivamente, basados en 4 componentes: observaciones, sentimientos, necesidades y acciones.

Estoy seguro que si Cheko hablara, me daría su versión utilizando esos cuatro componentes de la siguiente manera: “ Hoy he tenido un día duro y estoy cansado.Cuando paseamos por la montaña he observado que me quieres sacar de mi grupo de amigos, al que estoy acostumbrado. Lo cual me hace sentir confundido, nervioso, inquieto, y un poco acobardado; porque yo necesito la seguridad y la libertad de elegir estar con mi amigos y familia. ¿Estarías dispuesto ahora mismo a esperar al resto del grupo, para que podamos juntos disfrutar de este bello día? ¿Qué te parece?”

Hoy agradezco esta enseñanza y me he propuesto aplicarla en mi vida. He analizado lo importante y compleja que es la comunicación, pero además el ser paciente y ponerse en los zapatos de los demás, tratando de entender porque actúan o se manifiestan de cierta manera ( pero sin juicio ). Creo fielmente, que estamos rodeados de enseñanzas en todo momento, en cada situación, en la cotidianidad, en lo extraordinario, dentro y fuera de la zona de confort, aún en el silencio. Todo depende de nuestro esfuerzo de prestar atención y ser conscientes para encontrarlas.

Autor: Dr. Juan Pablo Fonseca. Médico y Coach de Salud

Aún no hay respuestas

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    ¡Envianos un mensaje!