Tu teléfono móvil puede agudizar tu estrés ¿Cómo pararlo?
¿Miras tu teléfono móvil nada más despertarte con un ojo entreabierto? ¿Revisas tu correo electrónico mientras desayunas? Puede que estés empezando el día con un hábito generador de estrés.
El estrés crónico es actualmente un grave problema de salud y afecta en gran medida a la población de cualquier sociedad del primer mundo. El mecanismo del estrés ha sido evolutivamente muy necesario y en dosis puntuales puede ser fuente de salud, pero su presencia continuada dinamita la sensación de salud y acaba siendo causa de múltiples enfermedades.
¿Por qué es malo el estrés crónico?
Principalmente, y sin entrar en mucho detalle (te recomiendo leer al respecto si no conocías este problema), el estrés produce como respuesta la producción de diversas hormonas, entre ellas la adrenalina y cortisol.
La adrenalina facilita la activación de funciones vitales para huir del peligro que está produciendo el estrés, que en muchas fases de la historia de nuestra especie era un peligro mortal.
El cortisol reduce funciones no necesarias en un momento de peligro como pueden ser la sensación de hambre o el sueño. Está claro que no es una situación aceptable para ser prolongada en el tiempo.
¿De dónde viene el estrés crónico?
Buena parte del estrés que nos aqueja parte de la exigencia laboral y la complejidad de las sociedades actuales. Además, el nuevo medio digital es responsable de que dicha exigencia y complejidad se presente en todas las parcelas de nuestra existencia y no nos dé respiro.
Vivimos conectados perpetuamente a las fuentes de estrés y permitimos que cualquier posible estresor haga acto de presencia a través de notificaciones y aplicaciones. Abrimos nuestro correo electrónico antes de subir las persianas y nos metemos en la cama revisando nuestro teléfono móvil.
¿Cómo podemos reducir el estrés?
La aparición del estrés puede y debe ser dosificada. Basta con gestionar de forma adecuada las situaciones generadoras del mismo. Es importante conocerse y saber qué situaciones nos producen estrés, pues no son las mismas para cada persona. Seguramente con pequeños cambios puedes reducir una parte importante de la exposición al estrés y tener pequeños respiros en tu día a día.
Un cambio muy efectivo suele ser limitar el uso del teléfono móvil a momentos concretos del día o desactivar todas las notificaciones de ciertas aplicaciones y consultarlas únicamente en momentos concretos de la jornada. Puedes, incluso, ubicar en tu horario el momento de consulta de correos electrónicos y cualquier otra tarea que puede ser disruptiva con otras tareas.
Si no eres capaz de controlar la intromisión del trabajo a través de tu móvil en tu día a día te recomiendo tener un dispositivo de trabajo y uno personal.
Si sigues mi consejo, además de reducir el estrés mejorarás y mucho tu productividad. La multitarea no existe, cada cambio de actividad implica un desgaste energético y una pérdida de tiempo, por lo que el rendimiento baja y se acumulan tareas que, de nuevo, pueden fomentar que suba el nivel de estrés.
Comienza y termina el día con buenos hábitos
Comenzar el día con estrés es un muy mal hábito, la predisposición a afrontarlo con optimismo disminuye, por lo que te recomiendo que dilates la primera mirada a tu dispositivo móvil lo máximo posible. Mejor comienza con una buena ducha o un tranquilo desayuno y un poco de meditación o algo de deporte.
De la misma forma, acabar el día codo con codo con nuestro dispositivo móvil suele disminuir la calidad del sueño y bajar la energía disponible al día siguiente, por lo que el optimismo hacia las tareas por hacer disminuirá y subirá la sensación de agobio que puede aumentar el estrés. Mucho mejor terminar el día con un buen libro o alguna técnica de relajación.
Intenta tener una relación con tu teléfono móvil más consciente, puede ser una nueva fuente de salud y bienestar.
Alfredo Sánchez es experto en la divulgación de cómo el medio digital está cambiando la sociedad actual. Su mensaje busca despertar la conciencia de la sociedad sobre la necesidad de conocer y comprender el medio digital para maximizar su potencial y minimizar los impactos negativos. Escribe sobre sus inquietudes en su página web: Ser Humano Digital
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