¿Qué es la salud emocional?
La Organización Mundial de la Salud define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades“.
Por lo tanto, la salud es un concepto amplio que incluye diferentes dimensiones del ser humano; su cuerpo físico, la dimensión mental/emocional y la parte espiritual.
Lograr un estado de bienestar, armonía y equilibrio en estas áreas nos facilitará el poder funcionar en el día a día y tener la vitalidad y energía para ser productivos y tener éxito en diversos aspectos de nuestra vida.
La salud física tiene que ver con nuestro cuerpo; es nuestro caparazón, es el vehículo en el que tendremos que vivir desde el día de nuestro nacimiento hasta que nos muramos. Por ello, para asegurarnos poder llegar lo más lejos posible en la vida, tendremos que cuidar a nuestro cuerpo de la mejor manera y de forma integral. Es necesario vigilar nuestra nutrición, curar las enfermedades y lo que es más importante, prevenirlas.
Nuestro bienestar emocional también está directamente relacionado con la parte física. No seremos capaces de soportar toda la carga emocional sin resistencia física, por ello el dicho mente sana en cuerpo sano es de estricta aplicación.
La salud espiritual resulta difícil de definir porque tiene un significado diferente para cada persona. Para algunos, es la religión, para otros, la espiritualidad que se fundamenta en la armonía que sienten con la naturaleza o la conexión con algo más trascendente que uno mismo. En cualquier caso, lo verdaderamente importante en este ámbito es ser capaces de vivir de acuerdo a nuestras creencias y convicciones.
¿Qué es la Salud Emocional?
La salud emocional surge de saber manejar de forma responsable nuestros sentimientos, pensamientos y comportamientos, reconociéndolos, aceptándolos y aprovechando la energía que generan para ponerlos al servicio de nuestros valores y nuestra vida.
Las personas emocionalmente sanas se sienten bien acerca de si mismos, tienen buenas relaciones personales y han aprendido maneras para hacerle frente al estrés y a los problemas de la vida cotidiana.
En cada persona opera una cadena de “pensamiento, sentimiento, emoción y acción” y afecta a muchos aspectos de la vida, así como la persona afecta a muchos aspectos de las emociones.
Escuchando al Dr. Maurice Elías entendí que «Las emociones son los sistemas que alertan al ser humano sobre lo realmente les sucede”. Podríamos verlas como los indicadores más fiables de cómo nos van las cosas que ayudan a mantenernos sobre la pista de las cosas y nos aseguran que en la vida nos guiamos por algo más que nuestras meras facultades intelectuales de percepción, razón o memoria.
Las emociones no son un ente vacío, ocasionan reacciones físicas y psicológicas. Las emociones basadas en el miedo o en el amor estimulan la liberación de sustancias químicas internas muy distintas, que impactan negativa o positivamente en el funcionamiento de nuestro cuerpo.
Por otro lado, si la salud emocional no está en equilibrio pueden desencadenarse procesos de apatía, depresión, ansiedad que desencadenan comportamientos adictivos, dependencias, falta de autocuidado, etc. Por todo ello, resulta fundamental conocer como las emociones afectan a nuestro equilibrio vital y nuestra salud.
No se pueden cambiar o controlar las emociones, ¡las emociones ocurren!. Lo que sí debemos es aprender a reconocerlas, a ponerles un nombre, a sentirlas, a regularlas y a prevenir que nos dominen.
Porque una vez que somos capaces de reconocer y aceptar nuestras diferentes emociones la posibilidad de manejarlas es mucho mayor. Así, podremos utilizar su energía para conocernos y motivarnos hacia pensamientos y hábitos constructivos que mejoren el bienestar que queremos y podemos alcanzar.
¿Te sientes dueño de tus emociones? ¿Reprimes determinadas emociones? ¿Qué emociones te gustaría poder expresar o vivir mejor?
María Becerril
Coach de Salud y Bienestar. PCC ICF
Health Coach. Wellcoaches, Boston.
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