Una de las preguntas más frecuentes que me hacen sobre el coaching es por qué funciona tan bien. 

Para considerar esta cuestión me parece interesante investigar la teoría de los «factores comunes». Aunque parezca increíble, llevamos más de 80 años hablando de por qué la terapia y el coaching funcionan.

Las investigaciones realizadas sobre los factores comunes que pueden influir en estos resultados indican que elementos como como los recursos del cliente, las fortalezas que alberga, los apoyos y las actitudes del coach/terapeuta —calidez, empatía, compasión y muchos otros— explican alrededor del 70% de los cambios positivos que experimenta la persona.

Estas ideas han sido abordadas con profundidad en lo que sigue siendo uno de los mejores libros sobre este tema: The Heart and Soul of Change.

Sin embargo, la pregunta persiste: ¿por qué estos elementos suponen una diferencia tan significativa en las relaciones de ayuda?

En la formación en Coaching entrenamos las 3 habilidades fundamentales “del hacer” o «microhabilidades» del coach—: La escucha profunda, las preguntas abiertas y el reflejo (o parafraseo). Estas habilidades ya estaban imbuidas en las palabras de Epicteto, el filósofo estoico griego que vivió  entre el año 50 y el 135 d.C. Nacido en esclavitud en lo que hoy es Turquía, vivió muchos de esos años como esclavo en Roma antes de obtener su libertad en la adultez. Se trasladó a Grecia y fundó una escuela de filosofía. Entre muchas otras reflexiones profundas sobre la naturaleza del ser humano, Epicteto hizo esta observación: 

“Tenemos dos oídos y una boca, por lo tanto, deberíamos usarlos en esa proporción”.

Aplicado al coaching esta visión centraliza la habilidad de escuchar como la más importante de las tres habilidades fundamentales de un Coach.

  • Escuchar demuestra un profundo compromiso de estar presente para otra persona. También proporciona la base sobre la cual se construyen las otras dos habilidades fundamentales: las preguntas abiertas y el reflejo. Sin escuchar, cualquier pregunta estaría «desanclada», y el feedback o parafraseo sería imposible.
  • La pregunta abierta encarna la actitud de curiosidad en el coaching. La curiosidad es clave para mantenerse “sin juicios”. La curiosidad en las preguntas comunican al cliente el deseo de conocerlo y aprender sobre él. Es «co-creada» por el cliente y el coach, en el sentido de que la respuesta del cliente a una pregunta luego influye en la pregunta siguiente. En su mejor versión, la pregunta abierta y curiosa transmite a la persona que su historia, sea cual sea su desarrollo, tiene valor.
  • El reflejo es la habilidad que «cierra el ciclo» de la comunicación: le dice al emisor de un mensaje que ha sido recibido y entendido como se pretendía. Este enfoque ya se utiliza en muchas industrias en todo el mundo, incluidas la aviación, la marina, el rescate y más. Estas empresas destacan la importancia de entender un mensaje como se pretende. Sin embargo, en la comunicación interpersonal, a veces asumimos que porque algo se ha dicho, se ha entendido. El reflejo ayuda al hablante a tener la confianza de que ha transmitido el mensaje que deseaba transmitir.

Cuando estas tres habilidades —escucha profunda, pregunta abierta, reflejo – se utilizan juntas, establecen canales efectivos de comunicación con la persona, pero además hacen mucho más: proporcionan una «meta-comunicación» hacia el cliente que construye un puente entre dos seres diferentes y forja un vínculo que dice:

Estoy contigo 

Quiero aprender sobre ti 

Te veo 

Te escucho

Te entiendo

Autor: Simon Matthews “The Core Skills”, 2022 PhD Candidate. NBCHWC. Executive WellCoaches Australia. Health Coach. Executive Coach. Lifestyle Medicine Professional.

Estudiar coaching de salud me descubrió la potencia de las 3 habilidades que Simon describe en este post. Pude comprobar como a través de la pregunta, la curiosidad y el reflejo, la persona que ayudas va mostrando su mapa, va descubriéndose a si misma.

Las últimas tendencias en desarrollo personal invitan a las personas a cultivarse, abogan por construir una mentalidad de crecimiento «mind growth» en lugar de carencia, de posibilidades en lugar de barreras, de salud y en lugar de enfermedad!.

PD: Unete a nuestro taller gratuito del 3 de septiembre si quieres conocer más aquí.

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