Salud integral

El camino de regreso a tu salud

¿Hacia que dirección te diriges en lo que respecta a tu salud?

¿Qué puesto ocupa el cuidado de ti mismo en tus prioridades?

¿Qué rutinas haces (o dejas de hacer) habitualmente?

Me sorprende encontrarme con personas que a simple vista parecen gozar de muy buena salud, pero les preguntas cómo están y te cuentan toda serie de malestares.

Y es que a pesar de vivir en la era con mayor número de ofertas de tratamientos y cuidado del bienestar, aún existen muchas dificultades para mantenernos sanos o libres de dolor. 

Estudios de investigación de incidencia de enfermedades en España han encontrado que 14 síntomas físicos (entre ellos dolor articular, dolor de cabeza, dolor abdominal, mareos, insomnio, palpitaciones, náuseas y vómitos, dificultad respiratoria, diarrea, cansancio, etc. ) ocupan casi la mitad de todas las consultas realizadas en Atención Primaria, y solo un 15 %  de estos síntomas se deben a causas orgánicas, el resto son debido a causas psicosomáticas, es decir problemáticas que se originan en la mente y luego se manifiestan en el cuerpo, provocando alguna consecuencia en el organismo.

¿A qué factores se debe nuestro estado de salud?

Los estudios epidemiológicos nos hablan de que nuestra salud se ve determinada en parte por nuestra genética, el entorno donde vivimos y la atención sanitaria que recibimos. Pero lo más curioso de todo, es que nuestros actos de cada día, nuestro estilo de vida, tienen una influencia cercana a la mitad en nuestra salud y bienestar. (Lalonde, 1999 Canadá)

 

A veces inicio mis charlas de motivación con esta pregunta: “¿Serías capaz de echar gasoil a tu coche de gasolina? ¡No! ¿verdad?, porque se estropearía y dejaría de funcionar, y, ¿cuántas veces has saciado tu hambre con el primer snack o refresco que encuentras en la máquina de vending o tiras de cafés para paliar el cansancio a media tarde?”.

Vivimos en dinámicas de inquietud y estrés , y vamos dejando de lado aquello que nos nutre y nos reconcilia con nuestro verdadero ritmo, y ser saludable.

Y es que ¿quién no ha caído alguna vez en la tentación de pensar en la salud como algo futuro?

Uno se dice “si pudiera cambiar mi situación me sentiría mucho mejor, mentalmente y de paso, mi cuerpo también funcionaría mejor”. Pero, mientras tanto, apretamos los dientes, esperamos al próximo fin de semana o las próximas vacaciones, soñamos con días mejores en el “después”. Todo se arreglará cuando pueda por fin acabar los estudios, … cuando cambie de trabajo, … cuando los niños crezcan… cuando me jubile, y así, sin parar.

Por suerte o desgracia, las cosas no suelen pasar de esa manera. Los mismos problemas tienden a salir a la superficie en situaciones distintas y el fantasma de ese jardín del Edén hallado un poco mas adelante, en el próximo cruce, se convierte enseguida en nuestro método principal de control de nuestro malestar.

Pero aplazando aquello que es mas importante para ti y tu salud, sólo estás empeorando las cosas para cuando sea mas difícil cambiar. Es como cuando vas conduciendo y sabes que no vas en buena dirección, y aún así, continúas yendo más y más lejos. La vuelta hacia un camino mas armónico y saludable será cada vez más larga y complicada…

El coaching de salud nos pide afrontar los problemas al contrario. En lugar de esperar a obtener circunstancias ideales de futuro que nos permita cuidarnos, la llamada es empezar a escucharnos hoy, y de alguna forma, descubrir lo que nuestro cuerpo necesita.

Todas las respuestas que obtengamos forman parte de las señales que el organismo nos envía sobre su bien o malestar, y están en consonancia con nuestra vitalidad y nivel de salud.

Es posible que cuando tomes esta decisión tus saboteadores internos reaccionen ofreciendo respuestas como: “yo soy así”, “no puedo cambiar”, “ahora no es el momento”, etc. pero, detrás de estas afirmaciones muchas veces se suelen esconder las creencias más mediocres sobre uno mismo y su salud.  

Ya no podemos caer más en la trampa del: “yo ya se como adelgazar,”, “cuando quiera dejo de fumar”, “cuando tenga tiempo saldré a caminar”, etc. porque cuidar de uno mismo es lo mejor que podemos hacer para favorecernos a nosotros mismos y ayudar mejor a nuestro entorno.

El cuerpo nos habla

Con el paso del tiempo he experimentado que mi cuerpo tiene una sola manera de avisar de que su equilibrio se ha roto. A cada uno nos avisa en formas y tiempos diferentes, que nos llevan inevitablemente a mirarnos más tarde o más temprano.

Escuché una vez que la enfermedad es la posibilidad que el cuerpo tiene de expresar lo que la mente no pudo llegar a comprender

Muchos creen que estar enfermo se refiere a estar tumbado en una cama sin moverse, pero, el miedo, la ansiedad, la inseguridad, el desamor, la falta de energía, la apatía, etc. son signos de desequilibrio y por tanto, de enfermedad.

Y ¿cuántos de nosotros escuchamos lo que nuestro insomnio, dolor de articulaciones, estrés o decaimiento emocional, tienen que decirnos?

¿Cómo impactaría en nuestra salud darnos el espacio necesario para aprender a percibir lo que hay detrás de toda manifestación corporal o emocional?

¿Podrían estos síntomas convertirse en aliados que nos ayudasen a descubrir si hay algo que tenemos que modificar en nuestra forma de vivir?.

Desde el coaching vemos la salud como un proceso dinámico que se puede vivir como un viaje, día tras día, y no solo como un destino.

Este tipo de mirada hacia el bienestar permite vivir con más fluidez, a sabiendas de que podemos luchar por el bienestar sin importar a qué nos enfrentemos.

Pienso que un error muy común sobre la mirada a la salud de nuestros días es hacer referencia únicamente a nuestra condición física, o tal vez a la conciencia nutricional. Y aunque la aptitud física y la nutrición son muy importantes, solo son sólo dos de las dimensiones que engloban la salud.

Yo misma he experimentado que cada aspecto de mi vida afecta a mi salud y cada área de mi salud afecta a mi vida.

Piensa por ejemplo cuando tienes un conflicto emocional en casa, cómo te afecta en tu eficacia durante el día, en el trabajo, o incluso cómo puede contribuir a generarte un dolor de cabeza o algún síntoma similar. Por otro lado, una mejora en tu dieta puede dar lugar a una energía más sostenible durante todo el día, o ayudarte a dormir mejor durante la noche.

La salud y bienestar (como el coaching) es algo integral e inherente a la persona como un TODO, y se refleja en todos los aspectos de nuestra vida.

Como dice la neuróloga, Suzanne O’Sullivan, nuestra mente puede enfermarnos, y no siempre curarnos pero sí influir en la enfermedad. Hay una interacción muy clara entre mente y cuerpo.

Si este enfoque resuena en ti puedes comenzar por preguntarte:

  • ¿Cuales son mis debilidades?
  • ¿Que siento que necesito y no tengo?
  • ¿Con que humor me levanto cada mañana?
  • ¿Qué dolores me atormentan pero consigo tener “bajo control”?
  • ¿Qué emociones predominan en mis relaciones, y cuando me alimento?
  • ¿Cuanto tiempo más puedo vivir silenciando mi estrés, mi ansiedad o dolor?

Elige una de estas preguntas y decide por cuál quieres comenzar a encontrar respuestas!.

Nuestra misión es entrenar las habilidades y competencias inherentes a cada ser humano para prestarse verdadera atención y cuidado. Queremos difundir las bases del Coaching en el campo de la Salud y el Bienestar, con el objetivo de a ayudar a profesionales, apasionados por el auto-cuidado o personas que tienen un reto de bienestar a tomar las riendas su salud y llevarla a un nivel superior.

¿Te animas a descubrir cómo?

Puedes compartir tu opinión con nosotros en los comentarios. ¡Estamos deseando leerte! 🙂

El próximo 3 de octubre tienes la oportunidad de conocernos en la 19ª Edición de la certificación en Coaching de Salud y formar parte de la próxima promoción de Coaches de Salud. Si estás interesad@ escríbenos a info@coachingdesalud.com

Bibliografía

Tarlov, A.R., (1999) Public Policy Frameworks for Improving Population Health. Annals of the New York Academy of Sciences. Marc Lalonde, Canadá, Ministry of Health

We can do better. Improving the health of american people. (2007) New England Jounal of Medicine.

Servan-Schreiber, D. (2010). Curación emocional. Acabar con el estrés, la ansiedad y la depresión sin fármacos ni psicoanálisis. Ed. Kairós: Barcelona

De la Fuente Rodríguez A, Pellico López A, Fernández Lerones MJ, (2014) Abordaje de los trastornos psicosomáticos desde atención Primaria de salud Medicina General y de Familia, 9 (3):7, 186-192

2 respuestas

  1. Estoy maravillada de todo lo que podemos acompañar siendo coach de Salud.
    Hice la certificación y ha marcado una diferencia en mi formación como Coach.
    Recomiendo hacerla y felicito a sus directoras .
    Cariños desde Bahía Blanca Argentina

    • Muchas gracias Mª Eugenia. Fue una suerte contar con tu pasión y tu implicación en la pasada edición.

      Seguimos trabajando para ofrecer no solo una certificación de calidad, sino una filosofía de vida que potencie la salud, y ayude a transformar muchas vidas.

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